(30 Mayo 2017)
¿Por qué las malas noticias llegan en los peores momentos? Hace un tiempo, me senté en mi computadora trabajando, cuando mi esposo entró. “No vas a creer esto … pero es 95% seguro que no puedo ir.”
¡Tiene que estar bromeando! Planeamos estas vacaciones por un año; ya estaba todo pago. Teníamos ganas de un poco de descanso, distracción y diversión para renovar nuestro cuerpo y alma. Este tiempo era un regalo de Dios para nosotros. Realmente, lo era.
“Tendrás que encontrar a alguien más para ocupar mi lugar”, dijo.
No me gusta este tipo de sorpresas. ¿Por qué la vida tiene que ser complicada por planes arruinados?
Tal vez tu estas pasando por algo así en este momento. Quizás no es algo insignificante como vacaciones arruinadas. Pero tal vez alguien te decepcionó. O la respuesta que recibiste te dejó en estado de shock. O peor aún, lo que pensabas que funcionaría, terminó en desastre.
Pero tristemente añadimos al desastre cuando nosotros, por nuestra cuenta, tratamos de tragar nuestro dolor, e intentamos lidiar con las decepciones de la vida.
No podemos. Más bien, lo que podemos hacer es mirar hacia arriba y leer el mensaje que Dios escribe con Su amor, trayendo el lado positivo de cualquier decepción. Esos planes arruinados se convierten en Su oportunidad de traer planes nuevos y mejores.
Y aquí está Su razón: “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos”, afirma el Señor. “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes” (Isaías 55:8-9)
En Sus maneras, un camino mejor es revelado. En su camino, aparece una nueva dirección. Y en su forma de pensar la victoria está en el horizonte.
Ora conmigo: Padre, yo libero mi corazón roto, mi decepción, y espero con expectativa Su solución. En el nombre de Jesús. Amén.
¿Qué decepción en tu vida se convertirá en la oportunidad para que Dios haga grandes cosas?
Janet